Aprender a perder sin perder la lección
Por KENSA
Hay una gran diferencia entre perder y ser perdedor.
Y la diferencia entre uno y otro estriba en la actitud que tomamos frente a ese momento en el que las cosas no suceden como esperábamos, por el modo en que asumimos el fracaso. Porque podemos estacionarnos en la situación de pérdida y pensar que no hay una solución o, por el contrario, pensar y actuar como lo hacen los protagonistas de Fuckup nights:
mirar de frente la caída y convertirla en una colección de aprendizajes para uno mismo y para quienes enfrentan una situación similar.
¿Qué es Fuckup nights?
Fuckup Nights
es un movimiento que nos parece especialmente inspirador para el equipo de KENSA. Nació en la Ciudad de México en septiembre del 2012
como una propuesta tan sencilla como poderosa: son emprendedores que se reúnen una vez al mes a escuchar a tres o cuatro personas contar su historia de fracaso. Usan siempre 10 imágenes y 7 minutos para hacer el relato de ilusiones, ambiciones y, finalmente, descalabro. La idea se esparció por el mundo y, actualmente, Fuckup Nights ofrece cifras impresionantes: el movimiento está presente en 318 ciudades del mundo, en 86 países
en los que se relatan historias en decenas de idiomas. Historias, como ellos mismos relatan, de negocios que cerraron o quebraron, de alianzas que no funcionaron o de productos que nadie recuerda.
La intención es mirar desde una perspectiva diferente los descalabros de negocios y proyectos.
Indagar sobre aquello que ha provocado tal fiasco y decidirse, ya sea a dar un nuevo giro al emprendimiento, iniciar uno nuevo o volver para adquirir nuevas habilidades con el fin de empezar de nuevo. Como dice el famoso conferenciante Bernardo Stamateas: “El hombre exitoso sabe que el fracaso es solo un eslabón hacia sus logros y a los resultados extraordinarios. Sabe que todo lo que necesita es usar el potencial y las herramientas que están dentro suyo”.
El regalo del aprendizaje
En todas las áreas de la vida, en las empresas, en los proyectos personales y familiares e incluso en los asuntos emocionales, lo importante, cuando se pierde, es no perder la lección.
Siempre hay un gran regalo que es el aprendizaje, envuelto en un papel de fracaso con un moño de pérdida.
Podría sonar decepcionante el título del movimiento, que en español significa algo así como las “noches de desastre”, sin embargo, es un movimiento de valiente aceptación de los errores y de humildad para compartir con un grupo de desconocidos las derrotas, con el fin de aprender todos de cada una de las experiencias de los otros. El movimiento genera vínculos,
quita presión al sentimiento de pérdida que viene con el fracaso e invita al aprendizaje en comunidad.
Y lo mejor de todo es contemplar cómo aquel grupo de amigos supo reírse de sus tropezones y, finalmente, convertir su historia en algo inspirador para muchos… y en un interesante negocio. Por si te apetece conocer más detalles de su historia, te compartimos el siguiente video: