Diferencias entre FCL y LCL en transporte de mercancías 

El transporte marítimo es uno de los métodos más empleados en el mundo para mover mercancías de un lugar a otro. 


Sin embargo, no todas las cargas son iguales ni requieren el mismo tipo de traslado. 


De allí que hay dos tipos de contenedores que se escogen de forma cuidadosa según la naturaleza de la carga que llevan consigo. 

 

Entre las opciones se encuentran los modelos FCL (Full Container Load) y LCL (Less than Container Load). 


 ¿Sabes las diferencias entre ellos y cuál es el más adecuado para tu negocio? 

 

En este artículo te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre FCL y LCL, dos términos muy importantes en el sector logístico. 

 

Sigue leyendo y descubre lo que pueden hacer por tu empresa.


¿Qué significan las siglas LCL y FCL en transporte? 

 
Antes de seguir, es fundamental que sepas que LCL y FCL se refieren al espacio que ocupa la carga dentro de un contenedor, que es una caja metálica de gran tamaño que se usa para transportar mercancías de un lugar a otro por mar. 

 

Por eso, cuando hablamos de LCL, nos referimos a “Less than Container Load” que en español se traduce como “menos que la carga de un contenedor”. 

Se trata de una opción de envío que permite a diferentes personas o empresas compartir el espacio de un vagón marítimo para despachar sus mercancías. 

 
Imagina que tienes una cantidad de productos que no llenan un contenedor, aquí el LCL es la elección adecuada. 

 
En este caso, los costos de transporte se reparten entre todos los envíos compartidos, lo que resulta beneficioso si tienes una carga más pequeña o no necesitas un contenedor íntegro para tu mercancía. 

 
Por otra parte, está el FCL que es la abreviatura de “Full Container Load” (carga completa de un contenedor). La alternativa se utiliza cuando tienes una gran cantidad de mercancías que llenan un contenedor marítimo. 

 
Con el FCL, conservas la exclusividad sobre el contenedor, lo que significa que solo tus productos ocupan todo el espacio. 

 
Por lo tanto, si tienes una cantidad sustancial de artículos o necesitas mayor seguridad y control sobre tu carga durante el transporte, es la opción más adecuada. 


Diferencias entre LCL y FCL en el Transporte de Mercancías 

 
Como ya mencionamos, el FCL implica enviar productos en contenedores llenos, pagando por todo el espacio ocupado. 


La opción suele ser escogida por transportistas que cuentan con una gran cantidad de artículos para abarcar los contenedores completos. 

 

En cambio, el LCL consiste en compartir el espacio con otros. A diferencia del FCL, con esta modalidad el control no es absoluto, pero se reparten los costos de transporte entre varias empresas. 

 
En sí, el escoger entre LCL y FCL depende del volumen y peso. El LCL es ideal para cargas pequeñas, de tan solo 1 metro cúbico (CBM) o con un peso inferior a 10 CBM. 

 
En efecto, si supera los 10 CBM, es más conveniente optar por el FCL, ya que es lo suficientemente grande para justificar el envío de un contenedor. 

 
Si nos referimos a la tarifa, el modelo FCL implica pagar el precio total, independientemente de si se llena o no. Por su parte, el LCL suele costar más porque se cobra por metro cúbico de cada envío. 

 
Sobre la velocidad, las emisiones con LCL suelen tomar un poco más de tiempo en comparación con los de FCL. La razón se debe a la clasificación, carga, descarga y separación de las mercancías que se efectúa en cada puerto. 

 
En términos de protección, el FCL es considerado más seguro, ya que, al tratarse de productos de un solo cliente, existe menos riesgo de daños, robos o pérdidas. 

 
En momentos de alta demanda, como los períodos pico antes de las vacaciones en China, es más complicado obtener envíos FCL, mientras que el LCL no requiere esperar a que el contenedor esté completamente lleno. 

 
LCL y FCL: ¿Cuál es mejor para tu carga? 

 
Tanto el LCL como el FCL son opciones válidas para el transporte marítimo de tus mercancías, y la elección dependerá de varios factores, como el peso, el volumen, el valor, la urgencia y la disponibilidad de la existencia. 

 
Aquí te dejamos algunas recomendaciones generales: 

 

  • Si la carga tiene un peso de menos de 10 toneladas o cuenta con un volumen menor a 15 metros cúbicos, te conviene adoptar LCL, ya que así puedes ahorrar dinero y aprovechar el espacio. 
  • Si pesa más de 10 toneladas y un volumen mayor a 15 metros cúbicos, es mejor el FCL porque garantizas la seguridad y la rapidez de tu envío. 
  • Si el valor es muy alto o es muy delicado, es práctico elegir FCL, ya que disminuyes el riesgo de pérdida o daño. 
  • Si tienes un plazo de entrega muy ajustado o requiere una coordinación especial, el FCL es ideal porque evitas retrasos o inconvenientes causados por las otras cargas o los intermediarios. 


Conclusión 

 
En el mundo del Comercio Internacional, el conocimiento sobre FCL y LCL marca la diferencia entre envíos exitosos y retos innecesarios. 

 
Cada opción tiene sus ventajas o desafíos específicos, de allí la relevancia de elegir la más adecuada y que esté ajustada a las necesidades y características de cada carga. 

 

Por eso mismo es esencial contar con un buen agente o empresa de logística que te brinde orientación y alternativas para garantizar una experiencia fluida y eficiente. 

 

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