Así enfrentamos en KENSA la tormenta total que sufre el sector logístico

• Más personas. El equipo de KENSA ha crecido considerablemente este último año para poder atender las necesidades concretas que esta coyuntura ha creado. Nuestra expansión se centra en la división de operativa; después de todo, lo que hoy necesitamos son, sobre todo, profesionales que conozcan el terreno que pisan.

• Más imaginación. KENSA siempre ha buscado para su equipo de trabajo personas dispuestas a aceptar retos e imaginar alternativas. Cada una de ellas había demostrado ya capacidad para ese pensamiento lateral, pero ha llegado el momento de la gran prueba. Ahora es necesario investigar nuevas rutas, buscar soluciones en tránsito, calcular la posibilidad de alternativas intermodales, comparar en algunos casos con un transporte aéreo… No descartamos ni siquiera ideas que parecen inicialmente descabelladas.

• Más tiempo. Para encontrar alternativas viables, la gente de KENSA necesita investigar, conversar, coordinar, valorar… Necesita tiempo. Por eso, todo el equipo está trabajando hasta muy tarde cada día en busca de esa nueva posibilidad que a veces nos conduce a una vía muerta y otras al éxito. Cada envío que llega a destino es un gran triunfo para nosotros y una ventaja competitiva para nuestros clientes.

• Más relaciones. Aunque KENSA es una empresa joven, acumula ya un excelente prestigio por su seriedad y su trato exquisito con todas esas personas a las que llamamos en conjunto stakeholders. Gracias a ello, ahora podemos contar con ciertas ventajas y recibir un trato preferente en algunas ocasiones: porque no todo se resuelve con unos dólares más.

Todos sabemos que ningún mar en calma hizo experto a un marinero. Por eso, a pesar de lo duro que está siendo el momento, en KENSA trabajamos por los intereses de nuestros clientes sabiendo que, cuando llegue la calma, podremos ofrecer aún mejores servicios, más eficacia y más precisión.