BANI: un modelo de liderazgo para navegar en medio del caos

El caos nos rodea. Habita en el día a día, en el mundo del mercado y en los negocios. Se multiplica con la velocidad de las innovaciones. Y nos angustia con las urgencias encadenadas de nuestra clientela…

¿Es que ya no es posible liderar una compañía con previsiones a medio o largo plazo?, ¿de dónde vienen estas sensaciones cada vez más evidentes de que la realidad es inmanejable? Una de las respuestas más exitosas a estas preguntas la formuló Jamais Cascio utilizando para ello un acrónimo: BANI.

Una respuesta emocional al caos que nos envuelve

Historiador, antropólogo y estudioso del futuro Jamais Cascio es considerado como uno de los grandes pensadores de la actualidad. En 2018 lo invitaron a dar una conferencia sobre el caos y en ella hizo esta propuesta que tanto éxito ha tenido. Especialmente después de que la pandemia del COVID19 y la guerra de Ucrania sacudieran la realidad mundial.

Hasta estos recientes acontecimientos, en los espacios del management se manejaba un acrónimo diferente: el entorno VUCA. Este era un término acuñado en el ejército norteamericano que hizo éxito en la economía a partir de los años 90 y que es utilizado para describir la volatilidad, incertidumbre (uncertainty en inglés), complejidad y ambigüedad de condiciones y situaciones. Esta forma de afrontar la realidad ha sido muy valiosa pues ha permitido que empresas e instituciones se hayan manejado con razonable soltura en tiempos difíciles.

Pero Cascio sentía, ya antes de la crisis sanitaria, que VUCA no era ya una buena fórmula para enfrentarse a la realidad. Y, con la mirada puesta de forma insistente en cómo reaccionan las personas y cómo nos sentimos todos ante la realidad contemporánea, acuñó el acrónimo BANI con el que se define a lo que debe afrontar hoy la humanidad: una realidad que es frágil o quebradiza (brittle en inglés), que provoca ansiedad (ansioux), que no es lineal (non-linear) y que se siente como incomprensible (incomprehensible).

Cuatro palabras para explicar un mundo caótico

La nueva realidad BANI es descrita de la siguiente forma por el autor:

1. Frágil (brittle): no se trata tanto de que estemos ante estructuras frágiles (podemos hablar de espacios económicas, sociales o de otro tipo) sino de algo más inquietante y es que, por muy sólidas que parezcan nuestras construcciones, estas pueden debilitarse y desmoronarse en muy poco tiempo.
2. Ansiosa: la incertidumbre reinante genera ansiedad a la hora de enfrentar el futuro. Y es que en el momento de tomar decisiones es difícil predecir las consecuencias que estas tendrán: parece que, sea cual sea la elegida, puede acabar en desastre.
3. No lineal: En el mundo tan complejo que hemos construido, la relación entre causa y efecto no resulta clara: en ocasiones los sucesos tienen origen en decisiones tomadas a miles de kilómetros o en un tiempo pretérito. Y tomar decisiones así provoca mucha inseguridad.
4. Incomprensible: No es que el nuevo mundo lo sea, es que para explicarlo ya no valen las respuestas simples y, si las aplicamos, es fácil que estén equivocadas.

La respuesta para hallar el mejor camino en medio del caos

En estas circunstancias, liderar cualquier proyecto es difícil, pero el mismo Cascio ofrece, frente a los cuatro retos, otras cuatro habilidades que es necesario cultivar para enfrentar la realidad BANI:

1. Resiliencia: Aunque resulte contraintuitivo, hay que prevenir los imprevistos. Como sucedió en California, donde las empresas mejor preparadas para afrontar los terremotos (aquella es una zona de alta sismicidad) tuvieron mejor respuesta a la pandemia.
2. Empatía: Porque, cuando los datos nos abruman y todo parece tan complejo, encontramos el camino en el reconocimiento de la humanidad compartida.
3. Improvisación: Sí, hay que asumir que en ocasiones va a ser necesario reaccionar de una forma que no estaba prevista. Y saber que esa improvisación va a ser más útil que la inacción.
4. Intuición: También va a ser importante asumir que no podemos saberlo todo, ni tener todos los datos antes de tomar una decisión. Y ahí hay que echar mano de eso que llamamos intuición: un conocimiento hecho de experiencia y que nos habla desde la parte inconsciente del cerebro.

Curiosamente, ante los datos, la tecnología y la amenaza del desastre climático, una visión más humana es la que nos rearma ante el futuro.

¿Qué opinas? Si quieres escuchar una larga entrevista sobre este tema con Cascio, tienes un video en este enlace.