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Cambios en las rutas comerciales:

el G7 se mueve

Cómo apoya KENSA el despertar de la industria hotelera
Después de años de inacción, los países del G7 han presentado una propuesta que quiere desarrollar nuevos corredores comerciales en el mundo. ¿Su objetivo? competir con la nueva ruta de la seda que China lleva años implantando y, con ello, tratar de frenar su creciente poder. Así esta la cuestión por el momento.

Era 2013 cuando China lanzó su gran proyecto internacional denominado One Road Initiative, también conocido como la Nueva Ruta de la Seda. La idea era establecer dos rutas combinadas, una por tierra y otra marítima, para mejorar las conexiones chinas en Asia y en el resto del mundo. Entonces parecía solo una cuestión económica pero pronto se vio (la historia ya nos había dejado muchas lecciones al respecto) que era un modelo perfecto para ganar influencia económica y política a nivel mundial.


Ganar influencia comercial y política

Desde aquel año ya lejano, China ha desplegado importantes inversiones: las primeras han sido rutas ferroviarias terrestres para conectar a China con grandes puertos en Asia, con otros países de ese continente y con Europa. Pero sus inversiones siguen, ahora ya mirando a parte de África y, muy especialmente a América Latina. Sí, China sigue ganando influencia en nuestro continente. Porque con las infraestructuras que el país proyecta y ejecuta llega su cultura... y una deuda considerable asumida por los países participantes.


Solo ahora, con casi una década de retraso, el resto de las economías importantes parecen darse cuenta de lo que la nueva ruta patrocinada por China significa en términos de poder. La reacción ha llegado finalmente de la mano del presidente Joe Biden quien el pasado mes de junio anunció, en nombre del G7, un monumental proyecto internacional de infraestructuras capaz de competir con el plan asiático. Lo presentó sin concretar, sin cifras ni detalles, pero con una idea bastante clara: construir nuevas conexiones comerciales con Europa, África, América Latina y Asia.


Dos bloques de poder enfrentados

¿Qué tiene la propuesta del G7 que le falte a la de China? Dicen los primeros que las ofertas del gigante asiático encierran a los países más débiles en una trampa de dependencia y deuda, mientras que ellos harán una propuesta con financiación sostenible, transparente y fundamentalmente respetuosa en términos medioambientales.

A la vista de estos datos, ¿qué va a suceder en nuestra región? ¿será necesario que nuestros estados elijan entre el G7 o China? Dicen los expertos que Biden da por sentado que la región apostará su propuesta porque es más abierta y, sobre todo, porque es capaz de incrementar un desarrollo económico equitativo en toda la América de habla hispana. Pero el futuro no está escrito. Como tampoco se ha concretado el plan. Seguiremos atentos a los detalles.


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