El orgullo de servir a México de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio
A lo largo de nuestro año de vida, en KENSA hemos tenido el placer de cruzarnos con muchos clientes que han depositado su confianza en nuestra gestión. Pero el hecho de que la Federación Mexicana de Remo haya pensado en nosotros al momento de hacer el traslado del equipo para las eliminatorias preolímpicas
es un hito que nos orgullece especialmente.
Un servicio puerta a puerta
El viaje que hemos previsto inicia y acaba en la Pista Olímpica de Canotaje Virgilio Uribe y pasa por Río de Janeiro. Nuestra tarea consiste en realizar la transportación internacional de mercancías, la llegada de la carga al destino en Brasil como importación temporal y el traslado del contenedor a las instalaciones del Estadio de Remo de Lagoa, donde espera el equipo olímpico mexicano. Después de la competencia inicial, tenemos una segunda fase que completa el círculo de logística inversa: el regreso de las mercancías a la Pista Olímpica de Canotaje en México.
El desafío de una carga delicada
En sentido estricto no podemos decir que este sea un transporte que requiera condiciones extraordinarias porque la carga no es sobredimensionada ni sobrepesada. El material del equipo de remo es de fibra de carbono, lo que no representa ningún desafío en sí mismo, ya que cada bote pesa alrededor de 80 kilos y a ello solo hay que añadir las máquinas de remo que utilizan los competidores para entrenar. El reto está en trasladar la carga con total precisión porque su llegada en tiempo y forma determina la participación del equipo mexicano en los Juegos Olímpicos. Lo que representa una enorme responsabilidad para KENSA por la importancia que esta representación supone para los mexicanos.
Sumamente precisos. También en mercancías pequeñas.
Manuel Vega, Director de Proyectos y Aduanas, comenta al respecto: “Sin duda, esta experiencia nos ha permitido demostrar la flexibilidad y la facilidad con la que KENSA se ocupa de transportar mercancía delicada. De cara a un torneo que se celebra el 2 de abril, es necesario cuidar cada detalle para que el equipo arribe el 16 de marzo y pueda entregarse el día 24”.
El viaje que hemos previsto inicia y acaba en la Pista Olímpica de Canotaje Virgilio Uribe y pasa por Río de Janeiro. Nuestra tarea consiste en realizar la transportación internacional de mercancías, la llegada de la carga al destino en Brasil como importación temporal y el traslado del contenedor a las instalaciones del Estadio de Remo de Lagoa, donde espera el equipo olímpico mexicano. Después de la competencia inicial, tenemos una segunda fase que completa el círculo de logística inversa: el regreso de las mercancías a la Pista Olímpica de Canotaje en México.
El desafío de una carga delicada
En sentido estricto no podemos decir que este sea un transporte que requiera condiciones extraordinarias porque la carga no es sobredimensionada ni sobrepesada. El material del equipo de remo es de fibra de carbono, lo que no representa ningún desafío en sí mismo, ya que cada bote pesa alrededor de 80 kilos y a ello solo hay que añadir las máquinas de remo que utilizan los competidores para entrenar. El reto está en trasladar la carga con total precisión porque su llegada en tiempo y forma determina la participación del equipo mexicano en los Juegos Olímpicos. Lo que representa una enorme responsabilidad para KENSA por la importancia que esta representación supone para los mexicanos.
Sumamente precisos. También en mercancías pequeñas.
Manuel Vega, Director de Proyectos y Aduanas, comenta al respecto: “Sin duda, esta experiencia nos ha permitido demostrar la flexibilidad y la facilidad con la que KENSA se ocupa de transportar mercancía delicada. De cara a un torneo que se celebra el 2 de abril, es necesario cuidar cada detalle para que el equipo arribe el 16 de marzo y pueda entregarse el día 24”.
