Es tu trabajo: siéntete como en casa
KENSA-Aprender a perder sin perder la lección
Las empresas actuales nos enfrentamos cada día a nuevos desafíos. Para alcanzar el éxito, ponemos el foco en ser más competitivos, ya sea ajustándonos a los cambios del entorno, buscando nuevas formas de estar a la vanguardia o cuidando nuestra reputación. Ahora todos los expertos en recursos humanos señalan un nuevo foco: atender a nuestros colaboradores. ¿Cómo? Lograr que nuestros colaboradores estén a gusto. Claro que, para KENSA, esto no es una tendencia: es una necesidad.

Sentir la camiseta de la empresa
Para una empresa, hacer sentir a sus empleados acompañados y contenidos es crucial si quiere aumentar su motivación y lograr lo que todo CEO añora: que el equipo se ponga la camiseta de la empresa y la sienta. No olvidemos que, después todo, pasamos la mayor parte del día en el trabajo y que fomentar un ambiente sano y distendido es clave para construir un vínculo saludable entre trabajadores y empresas. Un vínculo que convierta a nuestros empleados en verdaderos colaboradores, personas capaces de poner su talento a disposición del proyecto conjunto y que sientan con igual pasión sus propios logros y los logros de la compañía.

Hay numerosos estudios que demuestran que hacer sentir a tus empleados como si estuvieran en su casa es la estrategia más adecuada para atraer y retener el talento. Por eso es cada vez más común que las empresas se muestren más flexibles en cuanto a horarios o que inviertan en acciones a nivel interno que refuercen el sentido de pertenencia y fortalezca las relaciones entre los trabajadores. Incluso la incorporación de nuevos espacios, como guarderías y zonas de esparcimiento.  

Nuevos empleados, nuevos valores
Y hay otra necesidad que justifica este cambio en las empresas: la llegada de las nuevas generaciones. Es que los empleados más jóvenes tienen una manera particular de interpretar la realidad, con requisitos e inquietudes muy diferentes a las demás generaciones. Son personas que, en su mayoría, no contempla el trabajo como un medio para un fin. Y por eso están cambiando las reglas de juego. Hoy, las estadísticas muestran que los empleados más jóvenes se caracterizan por tener altos índices de rotación, lo que implica un cambio de paradigma. Y un desafío para las empresas. 

Hasta ahora, las compañías eran las únicas que seleccionaban, evaluaban y analizaban el rendimiento de su personal. Pero ahora las nuevas generaciones comienzan a alzar su voz, a dar a conocer sus expectativas y a ser más selectivas sobre el lugar donde pasarán muchas horas al día. No en vano ha nacido el término “activismo empresarial”, esa tendencia que otorga a los stakeholders (también a nuestros empleados) la capacidad para interpelar a las empresas preguntando a la empresa por sus responsabilidades sociales o por su postura de frente a incómodas realidades sociales. 

En KENSA sabemos que fomentar un buen ambiente y apostar por el bienestar de nuestra plantilla es la mejor inversión que una empresa puede realizar. Para algunas corporaciones se trata de un cambio de paradigma. Para nosotros, es nuestro medio. Porque nacimos seguros de que, ante todo, las empresas son personas. Y a ellas nos dirigimos.