En KENSA leemos todas esas anticipaciones con relativo escepticismo. Y no porque desconfiemos de los expertos en macroeconomía, sino porque las previsiones son aún demasiado cambiantes. Además, desde que iniciamos esta aventura empresarial, todas las personas del equipo hemos sabido que íbamos a movernos en un entorno difícil, en un mar tempestuoso. Desde luego no esperábamos una tormenta tan fuerte en los primeros años de vida; pero, como nos gusta repetir dentro de la compañía, nadie se convirtió en experto marinero navegando por aguas en calma.

Cerramos un año difícil para la economía global, pero en KENSA vamos a cerrar el ejercicio con excelentes resultados. Hemos seguido creciendo y nos estamos consolidando como un proveedor de servicios confiable. Y no a pesar de la coyuntura, sino precisamente por ella: porque, en tiempos difíciles, hemos sabido atender a nuestros clientes de manera excelente, poniéndonos en la piel de aquellas personas que confían en nosotros y trabajando para resolver los (muchos) problemas logísticos que la pandemia ha creado.

Este 2020 va a quedar en la memoria colectiva. Va a dejar cicatrices y, según dicen los psicólogos, va a marcar el sentido de muchas decisiones empresariales y políticas que tomarán en el futuro quienes han vivido esta pandemia. También va a marcar el rumbo de KENSA.

Es posible que a mitad del año 2021 podamos dar por finalizada la pesadilla de la pandemia. Pero la vida no volverá a ser igual. En este tiempo se han producido cambios que, casi seguro, se van a convertir en alteraciones estructurales. Hablamos una vez más de previsiones, pero en todas ellas hay suficiente consenso como para tenerlas en cuenta. Los expertos hablan de tres aspectos:

• Las respuestas políticas (en forma de deuda pública, incentivos, etc) serán clave a la hora de lograr una buena recuperación económica y la mayoría de los estados están actuando en ese sentido.

• La transformación digital se ha acelerado y está haciendo ya realidad la cuarta revolución industrial (la llamada industria 4.0) y unos servicios basados en la digitalización que son cada día más transparentes, precisos y eficaces.

• Las alianzas comerciales tienden a cambiar la globalización por una regionalización, para evitar de ese modo la dependencia de cadenas de suministro excesivamente largas.

Como compañía, estos cambios que se vislumbran nos invitan a ser razonablemente optimistas porque nuestra cultura empresarial responde a estos desafíos perfectamente. Y es que KENSA nació asentando su modelo de negocio en tres pilares: la confianza en México como un gran lugar para hacer negocios, la ventaja de poner a las personas siempre en el centro de nuestro negocio y la necesidad de apoyarnos en la mejor tecnología digital. 

Este complicado 2020 nos ha mostrado que construimos nuestra compañía sobre cimientos sólidos. Pero también nos ha permitido ver que todo nuestro entorno puede cambiar de forma súbita. Así que caminamos hacia 2021 con la seguridad de haber aprendido las lecciones de este complejo año que dejamos atrás.