Posibles causas de la demora y detención de la carga 

¿Te has preguntado por qué tu carga se retrasa o se queda detenida en algún punto del traslado?

Si te dedicas al comercio exterior o al transporte de mercancías, seguro que te interesa conocer la respuesta a esta pregunta. 

 
Sobre todo, porque las demoras y las detenciones de la carga son dos de los problemas más frecuentes que afectan la operativa logística. 

 
En este artículo, queremos explicarte todo lo que necesitas saber sobre el tema y así optimizar los procesos de transporte, reducir los gastos, mejorar tu satisfacción o la de tus clientes. 

¿Qué son las demoras en logística? 

 
Cuando hablamos de las demoras en logística nos referimos a los retrasos que se registran por diversos motivos en el transporte de mercancías. 

Dependiendo del tipo de transporte y del contrato establecido, el inconveniente tiene diferentes consecuencias y responsabilidades para las partes involucradas. 

 
En el marítimo, las demoras comprenden el tiempo extra que se debe pagar a la naviera cuando no se devuelve el contenedor vacío a tiempo. 

 
El plazo suele ser de 7 a 14 días naturales, pero puede variar según la empresa y el país. 

Mientras que, en el transporte terrestre, se relacionan con el tiempo de espera del transportista para cargar o descargar la mercancía. El lapso suele estar regulado por la ley o por el convenio colectivo y es de unas dos horas. 

 
Por otro lado, en el aéreo, las demoras se asocian con el tiempo que transcurre entre la llegada del avión al aeropuerto y la entrega de la mercancía al destinatario. 

 
Si hay una espera excesiva, el destinatario tiene la opción de reclamar una compensación al transportista aéreo o al agente de carga. 

 
¿Y qué es el tiempo de tránsito? 

 
En cuanto al periodo de tránsito, se refiere al lapso que se registra desde el momento en que una carga es recogida en el punto de origen hasta su llegada al destino final. 

 
Para la determinación del tiempo de tránsito hay que tomar en cuenta múltiples factores. 

 
Por ejemplo, las distancias geográficas, las rutas utilizadas y los modos de transporte seleccionados. Además, las condiciones climáticas, la congestión en carreteras o puertos y los requisitos aduaneros. 

Motivos de las posibles demoras de la carga 

 
A menudo los retrasos son inevitables, pero entender las causas detrás de ellos puede ayudar a los transportistas y a los clientes a tomar medidas para minimizar su impacto. 

 
Entre las razones más comunes de las demoras en la carga están las siguientes: 

• Documentación incorrecta. Imaginemos que el conocimiento de embarque llega al destinatario y surgen discrepancias en los detalles de dirección, trayecto, contenido de carga u otros aspectos relacionados. 

 
O también, los documentos enviados a la aduana como la factura comercial o el certificado de origen presentan inexactitudes. 

Estas situaciones pueden llevar a retrasos mientras se solucionan con la línea de envío o la aduana. 

•  Recepción tardía. También hay casos en que los papeles necesarios para el despacho de los bienes, como el conocimiento de embarque o la lista de empaque, no llegan al destinatario en el tiempo esperado. 

 
Los problemas normalmente surgen cuando el remitente no planifica con anticipación los trámites en el punto de origen y deja todo para último momento. 

•  Pérdida de documentos. Un inconveniente bastante común. Hay diversos escenarios en que los documentos pueden extraviarse durante el tránsito por servicios de mensajería. 

 
La situación más complicada se presenta cuando se pierde un conocimiento de embarque original. En estos casos, se deben seguir varios pasos para resolver la situación que puede llevar días, en especial si existen garantías bancarias. 

•  Inspección de carga. En este caso, supongamos que los documentos están en orden, el contenedor llega a su destino y el receptor se dirige a la aduana. 

 
Como ya sabes, deben coincidir los detalles en la factura comercial presentada junto con los documentos de despacho aduanero. Si esto no se cumple, es probable que se registren inconvenientes. 

• Liberación de la carga en el destino. Supongamos que una factura está endosada “a la orden del remitente” y este no ha respaldado el conocimiento de embarque original. Por lo tanto, la factura debe ser devuelta al remitente para que la avale y la reenvíe. 

Otra causa común de demora en la liberación de la carga es la ausencia de pago por parte del receptor a la línea de envío en el lugar de destino. 

La situación por lo general se debe a la falta de comprensión de los Incoterms utilizados para el envío por parte del receptor, quien asume que el remitente debe pagar algunos o todos los cargos locales. 

•  Condiciones climáticas adversas. El clima puede afectar al transporte de la carga de varias formas, como provocar cancelaciones o desvíos de vuelos, dificultar la navegación marítima, impedir el acceso a carreteras o puertos y dañar la infraestructura. 
• Congestión en los puertos o aeropuertos. El aumento del comercio internacional y la demanda de transporte de carga produce saturación en los puntos de entrada o salida de la mercancía, lo que retrasa el proceso de carga o descarga, el despacho aduanero o la asignación de espacio. 
• Escasez o falta de transporte. La oferta y la demanda varía según la temporada, el destino, el tipo de carga o el modo de transporte. Lo que provoca que no haya suficientes transportistas disponibles para realizar el servicio. 
• Circunstancias excepcionales o imprevistas. Algunos eventos que escapan al control de las partes involucradas, como por ejemplo una pandemia, una huelga, un accidente, un conflicto político o social, un ataque terrorista o un desastre natural. 

¿Quién paga las demoras? 

 
En términos generales, la responsabilidad de pagar las demoras suele depender de diversos factores y acuerdos establecidos entre el exportador y el importador. 

 
De hecho, las diferentes modalidades de envío, como FOB (Free On Board), CIF (Cost, Insurance and Freight) o DDP (Delivered Duty Paid) al final determinan quién asume el riesgo y el costo del transporte en cada etapa. 

Por ejemplo, si el contrato es FOB, significa que el exportador se hace cargo del transporte hasta que la carga se embarca en el puerto de origen, y a partir de ahí el importador asume la responsabilidad y el pago de las demoras que puedan producirse. 

 
Si es CIF, significa que el exportador asume el transporte y el seguro hasta que la mercancía llega al puerto de destino y el importador solo paga las demoras si no retira en el plazo establecido. 

 
Mientras que, si el contrato es DDP, significa que el exportador se hace cargo de todo el transporte y de los trámites aduaneros hasta que la carga llega al lugar acordado con el importador y solo este último paga las demoras si no recibe la carga en el tiempo pactado. 

 
En cualquier caso, es importante revisar las condiciones del acuerdo y de la póliza de seguro antes de realizar una operación de transporte. 

 
¿Cuál es la diferencia entre sobrestadía y detención? 

 
La sobrestadía y la detención son dos conceptos que se refieren a los cargos que se aplican cuando se produce un retraso en el uso o la devolución de los contenedores. 

Sin embargo, no son lo mismo, sino que tienen distintas características y responsables. 

La sobrestadía se refiere al almacenamiento de contenedores en la terminal portuaria o aeroportuaria, que es cobrado por la autoridad con competencia. 

 
Aplica cuando el contenedor está lleno y no ha sido retirado en el plazo acordado que suele ser de 3 a 5 días naturales, pero puede variar según el puerto o el aeropuerto. 

 
En cuanto a la detención, se trata del empleo de contenedores fuera de la terminal, que es cobrado por la línea naviera o aérea. 

 
La modalidad aplica cuando el contenedor está vacío y no ha sido devuelto en el plazo acordado que ronda los 7 a 10 días naturales. 

 
Comprender estas diferencias es esencial para una gestión efectiva de la logística y para minimizar los costos y retrasos innecesarios en el transporte de carga. 

 
A lo largo de este artículo, hemos explorado las diversas causas que pueden desencadenar la demora y detención de la carga en el mundo de la logística. 

 
Desde desafíos climáticos, problemas técnicos y falta de coordinación, cada una de estas razones tienen un impacto considerable en el flujo de las operaciones y en la satisfacción de los clientes. 

 
De allí que es crucial reconocer que estas situaciones, aunque pueden ser inevitables en ocasiones, no son insuperables. 

 
Por lo tanto, mantener una comunicación abierta con los proveedores y clientes, implementar planes de contingencia y utilizar tecnologías innovadoras son pasos que pueden marcar la diferencia en la eficiencia y éxito de la cadena de suministro. 

 
Ahora es tu turno de aplicar este conocimiento en tu propia realidad logística. 

Ya sea que manejes una pequeña empresa o una operación a mayor escala. 

 
Si necesitas asesoramiento adicional, recursos especializados o soluciones a medida para tus desafíos logísticos, te invitamos a contactarnos.  

 
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