Los retos a los que nos estamos enfrentando desde que se inició esta pesadilla global están siendo muchos. Uno de ellos ha sido la dispersión del equipo, que ha resultado relativamente fácil. En cambio, donde se nota mucho la crisis sanitaria es en el transporte aéreo; se han cancelado muchos vuelos y esto ha hecho que las tarifas aéreas se incrementen considerablemente. Sin embargo, en KENSA estamos pudiendo atender las cargas más urgentes. Esto es posible porque nuestros socios estratégicos en el mundo están apoyando con todo su potencial a nuestra empresa. Desde Asia y Europa, desde USA y Latinoamérica. Somos una compañía joven, pero en nuestro año y poco de existencia hemos establecido con ellos unos lazos de confianza mutua que van más allá de lo meramente comercial y es lo que nos está permitiendo dar un servicio que, de otro modo, resultaría poco menos que imposible. Me siento realmente satisfecho con esto.

Ahora bien, si de algo estoy orgulloso es de contar con el equipo de me acompaña y hace que KENSA sea una realidad en marcha a pesar de las dificultades. Ahora más que nunca veo la calidad profesional de quienes me rodean y que son capaces de seguir adelante a pesar de todo, que siguen atendiendo las necesidades de nuestros clientes, aunque están en sus casas y les rodeen otras preocupaciones. Para estos profesionales, es una cuestión personal ayudar a que los negocios de quienes confían en nosotros no se paren y buscan y buscan hasta encontrar la mejor solución. A todos ellos, gracias.