En una era de profundo cambio tecnológico, el sector de la logística no iba a permanecer indiferente. Nos rendimos ante una cadena de suministro centrada en los datos y en constante evolución, cada vez más inteligente, más hiperconectada e innovadora. Ante nuevas herramientas informáticas de acceso y análisis de datos que nos permiten tomar decisiones más atinadas y aprovechar al máximo cada uno de nuestros recursos.
Estamos frente a una logística cada vez más 4.0, término que deviene de “Industria 4.0”, la revolución impulsada por las nuevas tecnologías y la globalización. Se ha abierto un mundo de posibilidades, ahora nos toca preguntarnos: ¿Qué retos nos plantean esta nueva era?
1. Más flexibilidad
La logística 4.0 nos exige mantener una altísima rotación de productos tanto en las tiendas físicas como en las tiendas online. Cada vez se compra más en línea y el consumidor quiere entregas en plazos más reducidos. Esto significa que trabajaremos con pedidos de menos unidades y con tiempos de entrega más acotados.
2. Adoptar modelos logísticos inteligentes
Debemos asumir el desafío de integrar y exprimir al máximo los programas tecnológicos más actualizados. Especialmente las herramientas de analítica que nos permiten interpretar los datos recabados para establecer patrones de previsión de la demanda y anticiparnos a las necesidades de los clientes. Aquí gana especial importancia la misión de las empresas de mejorar los indicadores para logística que registran, algo que permitirá un mayor uso de sistemas de aprendizaje automático o Machine Learning, de modo que se pueda recurrir a sistemas inteligentes que faciliten la parte humana del trabajo en el sector.
3. Adaptarse a omnicanalidad
La logística omnicanal permite mejorar la experiencia de compra del usuario y adaptarnos a las nuevas pautas de consumo. Pero también nos exige integrar y coordinar la comunicación con el cliente en múltiples áreas de la empresa de manera global y en tiempo real.
4. Gestionar la trazabilidad de extremo a extremo
Asumir el desafío de monitorear de forma remota el recorrido del pedido desde su origen hasta su destino final. Así también como su estandarización a lo largo de la cadena de suministro. En casos como el de la logística internacional y la gestión en aduanas es necesario agilizar todo lo posible y controlar las rutas, a fin de mejorar los tiempos y costes de este servicio.
El sector logístico sigue rompiendo las barreras entre el mundo físico y el digital. Está en nosotros en abrazar lo más rápidamente posible esta transformación que nos permite seguir enriqueciendo la cadena de valor. ¡A por más retos!