Por KENSA

En un mundo cada vez más habitado y con mayores necesidades de productos e insumos para cubrir la demanda de una creciente población, surgen propuestas como la economía circular, que abre nuevos retos para la logística en las cadenas de producción.
Economía circular: la propuesta industrial que exige una logística alternativa
Ante la problemática del calentamiento global que amenaza la vida en el planeta, son muchas las voces que han reclamado que se cambien las formas de producción. Este es el objetivo principal de la economía circular, un concepto que funge como una reflexión de nuestro papel, de saber que podemos reutilizar materiales y con ello lograr una vida más saludable y armónica con nuestro entorno. Recientemente en México se llevó a cabo el Circular Economy Club, donde se habló de las bondades de la economía circular para contribuir a la transición de modelos sustentables. La idea central es la de considerar como recursos los materiales que anteriormente, en la economía lineal, eran considerados solo residuos. Con este nuevo modelo lo que se está poniendo sobre la mesa no es solo la reutilización de materiales, sino la creación de nuevos flujos, lo que implica directamente al sector logístico. Aparecen procesos de trabajo nuevos, así como protocolos, tal como analizamos al repasar cómo funciona la logística inversa, muy habitual en esta economía circular.
En la industria de bienes de consumo, por ejemplo, la economía lineal se encargaba de que la cadena de producción creara un dispositivo para, luego de cierto periodo de vida, desecharlo. Con este modelo solo se estaba apelando al aspecto económico, primándolo sobre el social o medioambiental, lo que resulta sumamente destructivo, toda vez que a mediano y largo plazo buena parte de los materiales no se degradan y contaminan el planeta. La economía circular, en cambio, exige que cada máquina que finaliza su vida útil sea desmontada y sus diferentes piezas convertidas en materiales aptos para un nuevo uso dentro de esa misma industria o de otra. De este modo, la economía circular se convierte en la alternativa dentro de las formas productivas porque tiene una plena conciencia ambiental y aboga por la reutilización de los materiales, o utiliza materiales biodegradables para mitigar el impacto en el planeta. El cuidado por reducir las emisiones de CO2 no se reduce solo al transporte, en toda la cadena de suministro se trata de dar el mayor aprovechamiento a los materiales y fuentes de energía.
La economía circular implica procesos logísticos adicionales
La Ellen Macarthur Foundation , dedicada al estudio y a la promoción de la economía circular, identifica tres tipos de cadenas de suministro que son circulares o parcialmente circulares:
- Ciclos Cerrados, en los que los materiales usados se convierten en materias primas en la misma industria. Pueden ser ciclos globales, regionales o locales (plásticos, fibras textiles, motores…)
- Ciclos Parcialmente Abiertos en los que unos productos, al final de su vida útil, se descomponen y parte de ellos se utilizan para la producción de otros materiales dentro de sectores próximos y en cadenas regionales o locales.
- Cascadas abiertas, típicas de productos valiosos que, al acabar su vida útil, se venden de nuevo en mercados secundarios.
Cada uno de estos ciclos implica cambios muy diversos en las industrias, desde repensar la ubicación de los centros de producción hasta revisar las cadenas de suministro. Pero, en general, en todos los casos hablamos de una importante recirculación de materiales, de componentes o de productos. Y todo ello implica procesos logísticos adicionales.
Se abren así nuevas perspectivas para nuestro sector. Y desafíos que debemos comenzar a enfrentar.